He cumplido trece años, y en la tribu, se les permite a los jóvenes mayores
de trece, el grado de adulto y obtener una profesión para ayudar en la mejora
de la aldea.
Mi nombre es Kitty, Kitty Tiger, y soy una hembra híbrido demiumanos, mi
padre es un demiumanos tigre y mi madre una humana.
Somos una aldea nueva, ya que en realidad éramos esclavos, los cuales eran
transportados a la ciudad de Yuraq,
llamada así porque los edificios son construidos con sillar, que es espuma
volcánica solidificada.
Éramos un cargamento de
primera clase, que consistía en gladiadores, (humano y demiumanos), obreros,
para el cuidado de casas y mantenimiento, y mujeres y niños, para saciar los
más asquerosos fetiches que tienen los nobles de esa ciudad, pero la caravana
sufrió un ataque de los goblin, y mi padre junto a su grupo que planeaban
escapar, tomaron esa oportunidad para matar a los amos y los guardias, logrando
escapar hacia el bosque.
Por ende los goblin tomaron
toda la responsabilidad de la fuga, cof, cof, perdón, desaparición de los
esclavos, ya que no fuimos buscados… es por eso que en nuestra gente, convivimos con humano y
demiumanos. Vivimos de lo que nos da el bosque, ya que los demiumanos tienen
instintos de caza y recolección, y los humanos, tienen habilidades de
construcción, artesanía y alquimia.
Gracias a que todos fueron
esclavos, hemos colaborado mutuamente para sobrevivir en este entorno salvaje,
y yo junto con mis amigos, somos la primera generación de esta aldea.
En total somos treinta y siete
niños, de entre los cuales, treinta y uno somos híbridos, y todos recibimos
nuestra ceremonia de madurez, y en donde nos asignaron nuestras nuevas
profesiones.
Yo y veintinueve miembros de
la nueva generación, fuimos designados como guerreros, y el resto como obreros,
y fuimos dispersados para nuestras respectivas labores, a nosotros, como los
nuevos guerreros, nos asignaron las labores de manutención, ya que para ser un
guerrero, se requiere una gran destreza de ataque, rastreo, fuerza, y sobretodo
experiencia, la cual obtendremos al ir a cazar en el bosque, y los que nos
entrenan son dos cazadores del clan canino; Tío Can y Puño Lobo, y dos
recolectores del clan primate; Chito Monkey y Coco Monkey.
Mi grupo de novatos consiste
en siete demiumanos puros: Uno del clan primate; Monti Monkey dos del clan Can,
Toni Can y Lulu Can. Dos del clan conejo; Larama Rabbit y Sajuma Rabbit. Dos
del clan Cat, Toni Cat, Liti Cat. Y yo, un demiumanos híbrido, por mis
habilidades en destreza, sigilo y mi aguda visión, me asignaron la tarea de
prevenir al grupo de posibles peligros que se encuentran en el camino
adelantarme a través de los árboles…
Primero nos concentramos en la
recolección de frutos, hierbas medicinales, y revisar lo que atraparon las
trampas, y el último paso es cazar un par de grandes animales para la cena de
mañana. Pero primero tenemos que llenar las cestas de recolección y para eso, nuestro
último objetivo de recolección es un árbol frutal.
Por el entusiasmo de la caza,
me adelante a al grupo, para así, ir cortando los frutos, para que solo nos
concentremos en el llenado de las canastas, y para así, proceder con la caza
inmediatamente. Pero al llegar, sentí la presencia de alguien que se estaba
acercando, e inmediatamente me puse en modo sigilo.
Y, cuando lo vi llegar, me
impresionó mucho, ya que era un goblin, y según se, los goblin son torpes, no
trepan árboles, andan en grupo, y cerca de cavernas (generalmente cerca de las
montañas).
Pero este sujeto viola todo lo
que me enseñaron de los goblin, aparte, este individuo, lleva un atuendo poco
común en un goblin, principalmente lo que lleva en la cabeza, ya que es el
cráneo de un puma, y una mochila hecha con la piel del mismo.
Pero lo que me llamó la
atención, e hizo que me olvidara de todo, era la daga élfica que lleva en sus
cintura, lo sé por mi padre, que lleva también dos de ellas, y siempre me
presume de ellas, ya que le salvaron incontables veces la vida, porque el
material de las que están hechas, es de mithril, es un metal plateado precioso,
muy ligero pero capaz de proporcionar la fuerza extrema en las aleaciones.
Por lo que tome mi decisión,
si lo mato, esa arma pasara a mi propiedad, y tendré una daga igual a la de mi
padre. Esa idea, hizo dibujar una radiante
sonrisa en mi cara, pero para completar mi hazaña, tengo que matarlo en modo
sigilo, ya que si se percata de mi presencia, se escaparía, y sería muy
problemático.
El pobre estaba comiendo de lo
más tranquilo los frutos del árbol, sin saber lo que se le venía, ya que en la
vida si tienes algo valioso corres el riesgo de perderlo. Por lo que espere
pacientemente hasta que de repente, subió a la sima, esa oportunidad no
desaproveche para saltar al árbol frutal, ya que no me preocupaba que me
detectara, porque los árboles tienen gran tamaño, y puedo ocultarme entre sus
ramas.
Me puse debajo de él, ya que
subió a la cima, aunque aún lo tenía lejos estaba suficientemente cerca para
que me detectara, pero mi modo sigilo, es el mejor entre mis compañeros, por
ende, este goblin, tiene sus minutos contados.
Cuando el empezó a bajar para
ponerse a mi alcance, mi grupo empezó a llegar, poniéndolo en alerta, y pensé;
mierda, ya casi lo tenía.
Entonces cambié mi estrategia,
para subir y ponerme sobre su cabeza, para caer sobre él, mientras sigue
mirando hacia abajo. Pero mi grupo, no se percató de su presencia, y Monti se
empezó a preparar para trepar el árbol frutal. Para esto, yo ya lo tenía debajo mío, y pensaba; solo un
poco más, solo un poco más, cuando de repente, el goblin corrió y saltó, por
las ramas hacia el otro árbol, repitiendo el proceso en los otros árboles, y
desapareciendo así, en el interior del bosque.
-Mierda.
La vida y la daga de ese
goblin ya eran mías, pensé. Pero los gritos de Tío Can, preguntando, qué era
eso que salió volando entre las ramas, me hizo bajar mi humor para perseguirlo.
Aunque al principio ignore sus gritos por la conmoción del momento, Tío Can, me
hizo volver a mis sentidos, cuando me llamó por mi nombre, y exigió que bajara
del árbol.
Mientras bajaba le pregunte
como me había detectado, ya que mi modo sigilo, es tan bueno como el de los
adultos, y al estar en el suelo y tenerlo al frente el me respondió, que porque
yo misma me puse al descubierto, y me volvió a preguntar, que había sido eso,
de hace un rato. A lo cual, se sorprendieron cuando les dije que era un goblin.
No creyeron mis palabras,
principalmente Chito Monkey, el cual, tiene más experiencia con ellos, y
agregó, que lo confundí con un simio del bosque, ya que ese era el aroma que
sintió, cuando treparon para bajar los frutos.
Gracias a ese goblin, mis
amigos y los adultos empezaron a desconfiar de lo que decía, derrumbándose así,
todo el respeto que había adquirido, con mi duro trabajo en mi aprendizaje, por
lo que juré que si lo volviera a ver, lo mataría, y poseería su daga con la cual
mostrare a todos, que no invento mentiras.
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