En la mañana siguiente, me empecé a preparar para
continuar con mi camino, para esto, me había pasado toda la noche reforzando mi
armadura de cuero con las pieles y las costillas de los monos. Me hice una
especie de calzado que cubría la planta de mis pies, pero dejaba mis dedos
expuestos, me hice un nuevo pectoral, (ya que el anterior no quedo muy bien
gracias al mono, pero cumplió muy bien su propósito), con la misma idea lo
reforcé con costillas, pero con la diferencia que le puse hombreras reforzadas
con costillas, también reforcé la protección de mis antebrazos y de mis piernas
envolviéndolas con las pieles, (en ellas no les puse huesos, por el peso y el
temor que se atoraran en alguna rama).
Después me subí a la sima, para fijarme en donde tenía
que continuar mi camino. Claro, que con más precaución, ya que el otro día casi
pierdo la cabeza. Pero, noté que mi dominio, al subir entre las ramas, había
mejorado considerablemente, y no solo eso, sentía que era más fuerte que antes,
y cuando llegue a la sima, inhale fuertemente, y comencé a sentir que mi
confianza comenzaba a subir de manera aterradora. Volví a llenar mis pulmones y
me tranquilice, recordando mis experiencias con el puma, el águila, y los monos
diciéndome.
-la suerte de todo este tiempo se acabará si cometo una
imprudencia.
Confirme la dirección de las montañas, pero me parecían
que aún no me había acercado lo suficiente, y cuando me fije hacia la dirección
contraria, note que ahora me encontraba en el medio del bosque por lo que la
impresionó, y no pude evitar decir.
-¿es en serio, que tan lejos están las montañas, y que
tan grande es este bosque?
Esto me hizo dudar sobre mi objetivo, pero pensándolo
bien, obtendré más recursos para sobrevivir, si me acerco a las montañas que, estando
en medio de este bosque, además, aún no he encontrado medios de conseguir fuego
mmm...
Aunque no tengo problemas con mis alimentos, pero tengo
que crear mejores herramientas para poder mejorar mi seguridad para sobrevivir
y de obtener recursos, además, no tengo idea de los parámetros o jerarquías que
se encuentran entre otras razas, (aunque ya sé que me encuentro en la última
fila de la lista de razas), o de cuantas razas más hay (aparte de los goblins y
los humanos). Por ende, tengo que estar preparado o seré cazado por algún grupo
más civilizado que los monos…
Comí algunos de los restos del chimpancé, que guarde en
mi mochila, golpee mi rostro, y continué mi camino. Esta vez sentía que mi
control de mi entorno, se había incrementado, y viendo que mis suministro, no
me iban alcanzar para la hora del almuerzo, empecé a sentir la necesidad de
cazar, (puesto que, hasta ahora, solo me he estado defendiendo). Lo malo, es
que no soy un cazador, por ende, no sé en dónde empezar.
-¿mato a más simios? no, ellos van en grupo, por eso aún
es peligroso.
Entonces, algo cruzó por mi mente; cuando salí de la cueva
de los hombrecillos verdes, yo, ya había llegado a mi desarrollo final, puesto
que después de la última noche en la cueva, no había tenido ningún otro cambio,
que la última vez. Pero, cuando devore al puma, mi destreza para trepar y caer,
mejoraron, considerablemente y cuando devore a los monos, mi dominio entre las
ramas se había mejorado, no solo eso, siento que mi cuerpo es más fuerte que
antes, y que puedo confiar más en mis instintos. Entonces decidí hacer un
experimento; bajare y buscaré una presa para cazar, y si mis cálculos no me
fallan, los instintos del puma me ayudaran en mi hazaña...
Después de estar explorando en el bosque, por dos horas,
recordé que el puma era aún joven, y que su instinto de caza, no debió de estar
muy bien desarrollado. De repente, algo me dijo que trepara con rapidez el
árbol más cercano, lo que hice inmediatamente, y escondido entre las ramas, me
puse a observar con curiosidad, ¿qué era lo que me había espantado? y vi, a un
enorme reptil que estaba olfateando mi rastro, y comprendí el porqué de mi
instinto, ya que el desgraciado era un dragón komodo. No entiendo bien cómo es
que hay especies de mi mundo aquí, pero de algo estoy seguro, ese lagarto
(aunque no bote fuego por la boca), representa malas noticias.
Luego de un rato, el komodo se cansó de revisar su
entorno, y se marchó del lugar, por ende, yo tome la dirección contraria,
deslizándome por las ramas para alejarme del lugar y mi olfato me hizo fijarme
a una dirección, y mi estómago comenzó a gruñir, me concentré por sí siento
peligro por ese camino, y cuando lo sentí seguro, comencé a deslizarme entre
las ramas de los árboles, hasta llegar a un árbol, que en cuyas ramas colgaban
abundantes frutos.
Me puse a observar mi entorno, por si el lugar está
custodiado por algún peligro, luego me fije al suelo, si había frutos caídos, y
si había alguna especie, que se la esté comiendo, y encontré a dos roedores y
cuatro pajaritos comiendo, de los frutos caídos, (en una novela de
supervivencia, los frutos picados por pajaritos, no son venenosos), entonces,
con confianza salte al árbol frutal, e inmediatamente comencé a comer de los
frutos y el resto de la carne que llevaba en mi bolsa. Luego de un rato, el sol
ya se encontraba en la sima, y decidí subir a la copa para ver donde estaba,
pero esta vez vi algo extraño, a lo lejos, entre los árboles, mirando me dije,
en que las hojas se mueven, los animales se mueven, pero las estructuras se
quedan quietas, por ende, lo que veo a lo lejos, es una estructura, eso me
llenó de curiosidad, puesto que si hubiera una aldea, el área alrededor de la
misma, debería estar despejada, por ende, debe ser una estructura abandonada y
como estaba hacia la dirección de las montañas, decidí ir para allá a explorar.
Puesto que ya estaba atardeciendo, decidí apresurarme,
pero, cuando bajaba, note una presencia. Sentí que se estaban acercando un
grupo de personas, ya que escuchaba risas y conversaciones, pero no eran seres
humanos, puesto que tenían semejanza parecidas, pero ellos estaban cubiertos de
pelos y sus cabezas se asemejan más a animales, sus vestimentas no eran las de
un guerrero, aunque tenían armas, pero la mayoría llevaba cestas y
herramientas, “supongo que vinieron a recolectar alimentos”, ya que en los
cestos estaban llenos de frutas, mientras que otros llevaban ardillas muertas
colgadas en sus espaldas.
Ya que los tenía cerca, note que en total eran once
personas, diría que sus aspectos eran de hombres bestia, y cuatro entre ellos
eran mujeres y eso quiere decir, que estoy en verdaderos problemas, (ya que
entiendo que son una raza cuyos instintos son más desarrollados que los
humanos), es por ello que estoy obligado a escapar sin ocasionar una
persecución por mi cabeza. Tres de ellos que tienen cabeza de mono, los cuales
llevan cestas y en sus manos oses con dientes, los cuatro con cabezas de
perros, tienen ardillas en sus espaldas y arcos flechas, dos son de gatos y
tiene machetes, y dos conejos con cestas y pequeños picos. Mierda, que puedo
hacer. Se acercaron al árbol en que me encontraba, supongo para extraer los
frutos del mismo, por ende me empecé a preocupar.
Uno con cabeza de mono se empezó a preparar para subir,
lo que me confirmó, que no notaron mi presencia, lo cual, me impulsó a salir
disparado del lugar, por ende, me deslice entre las ramas, con toda la
velocidad que podía, hasta quedar casi sin aliento. Disminuir la velocidad, para
evitar el agotamiento, pero note de que no me estaban siguiendo, aun así,
continué avanzando con mis sentidos bien alertas, para evitar toparme con más
sorpresas, hasta que anocheció, y al notar de que no hay peligro en mi
alrededor, me pude relajar por lo que me prepare para dormir.
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