jueves, 22 de septiembre de 2016

historia paralela de la lamia

Otro día más de entrenamiento en el bosque con mis hermanas, ya que soy una candidata para ser reina, tengo que especializarme, en sigilo, caza, y estrategia.


Mi nombre es Suma Anaconda, tengo catorce años, y mis maestras son: Amuyt´a Cobra, (inteligencia cobra) ella es la líder de los magos de la tribu, me enseña estrategia, magia, pociones, y nuestras costumbres. Ch´ama Anaconda, (fuerza anaconda) ella es hermana de sangre de mi madre y es la líder de las guerreras de la tribu, ella me enseña; la caza, combate, resistencia, y liderazgo. Q´aphaña Mamba, (agilidad mamba) ella es la líder de los espías, y me enseña el modo sigilo, recolección de información, vista aguda, asesinato, y manejo de armas a distancia.



Las tres son muy estrictas y crueles, ya que como la futura líder de la tribu, mi desempeño llevará a la prosperidad o a la ruina total de mis hermanas, y claro, esa culpa caerá en las maestras de la líder…

Pensaba que sería fácil, ya que eran las líderes de las tres ramas más importantes de la tribu, y que me darían tiempo para mí, pero no, ya que tienen a las segundas al mando, a quienes dejan toda esa responsabilidad y así tener tiempo para mí, (de paso las llenan de experiencia a las futuras líderes).

Por ende, mi día a día es una tortura de nunca acabar, y a veces, apenas me dejan descansar, y la culpable de mis desvelos es Amuyt´a Cobra, ya que si no me sale bien algunas pócimas, me hace repetir el proceso, no importando si estamos a altas horas de la noche, con tal de que lo haga bien.

Pero esta vez, tengo planeado escapar y alejarme de estas lamias locas. Ya que este entrenamiento infernal, es incomprensible, en verdad que no lo entiendo, no las entiendo, y ya no me interesa entender. Por ende, ya todo está preparado, ya que me he levantado antes que las demás, y deje distracciones para que tarden en venir para el entrenamiento, los cuales son:

A Ch´ama Anaconda, le deje un estofado de leche con conejo, que es su platillo favorito, con zumo de naranja servido en la mesa. Esto la mantendrá ocupada en el baño.

Q´aphaña Mamba me costó mucho encontrar su debilidad ya que es una experta en sigilo, pero es débil al alcohol, por eso no le gusta beber, pero le encantan los frutos dulces, “qué bueno que es fácil combinarlos”.

Pero a la que quiero ver sufrir es a Amuyt’a Cobra ya que es una loca del orden, por lo que infiltre un par de monos alimentados con mis frutos dulces, para que pongan de vuelta y media su preciado laboratorio, “que pena que no podré ver cómo sucumbe mi cuarto de tortura”.  

También cree una muñeca con tela y rellena con paja, para que me reemplazara en el nido, y tengo una bolsa con mis cambios de piel, para confundir el rastro...

Por lo que todo me salió a pedir de boca, ya que estoy en el bosque y no percibo que me estén buscando, tampoco creo que me encuentren, ya que envuelvo pedazos de mi piel seca en piedras y los arrojó en los alrededores, con esto no me encontraran, y no tengo miedo del bosque, ya que soy una excelente hechicera y se pelear muy bien, (aunque no superó a mis maestras), pero hasta ahora, todo ha ido muy bien.

Ya me deshice de un dragón komodo fácilmente, con un hechizo de fuego, “no entiendo el porqué de decirme que me falta mucho para ser líder, si ya soy lo suficientemente fuerte”. De repente, sentí que se estaban acercando un grupo de lobos, lo sé por su forma de moverse, el olor y porque andan en grupo.

-jajajajaj, esto sí que es un desafío.

Rápidamente fui rodeada por la manada, e inmediatamente comenzaron a atacarme, no me preocupada, ya que a medida me iban saltando encima, yo los iba incinerando. Eran un grupo de nueve lobos, y después de un rato, ya eran cinco.

-¡fuego rojo! ahora quedan cuatro.

Pero cuando, vi que uno estaba a punto de atacarme, al cual ya lo estaba incinerando, uno me mordió la cola, lo cual, el dolor me distrajo un poco, eso hizo que el otro lobo me mordiera la mano derecha, con la que arrojó los hechizos, y vi al líder que estaba saltando a darme el golpe de gracia, el cual, cayó muerto después de incinerarlo con mi magia fuego, que hice con mi mano izquierda, luego destripe al que me mordía el brazo y aplaste al muerde colas, con mi abrazo de anaconda, que hice con mi parte inferior.

-jajajajajaja, estos lobos estúpidos pensaron ser un desafío para mí.

Pero, cuando levanté la vista, un enorme tigre, se abalanzó sobre mí… ¿En qué momento se me acercó?, pensaba mientras le arrojaba una bola de fuego, pero no me di cuenta, que ya no tenía mana, lo cual el hechizo me salió muy débil, logrando confundir a mi atacante, pero no evitó que el tigre me golpeara con sus garras, arañándome el hombro derecho y por la fuerza contra el suelo, me lastime el brazo izquierdo.

El dolor de la falta de mana y de las heridas, me hicieron distraerme, ante el segundo zarpazo del tigre, pero gracias a mi entrenamiento logre enrollarme alrededor de la fiera bestia, mientras alejaba con mis brazos adoloridos su boca apoyándome en su garganta.

Todo esto nos hizo rodar por una larga cuesta, lastimándonos fuertemente a los dos, hasta que me golpee la cabeza con una piedra, lo que me hizo liberarlo así al tigre.

Ambos estábamos muy lastimados, principalmente yo, ya que me estaba sangrando mucho la cabeza, esto me llenó de pánico, por lo que decidí huir de ese lugar, pero siento que el tigre, no piensa dejarme escapar, por lo que busque refugio en un pequeño montículo de piedras, aunque sé que ya estoy perdida, pero mi deseo de vivir, me hace moverme con desesperación.

Ciento al tigre que está recuperando y que se está dirigiendo hacia mí, pero mi desesperación me hace desear que la tierra me cubriera y me protegiera, por lo que no pude evitar comenzar a pensar: de que voy a morir, voy a morir en un lugar como este, no es justo, no es justo, no es justo, se supone que soy la futura líder, se supone que soy la más fuerte e inteligente de mis hermanas, yo soy la candidata a reina, porque tengo que morir así, porque no soy tan fuerte, porque se me acabó el maná, no es justo, porque me atacaron esos lobos, porque me ataco ese komodo, porque, porque, porque… porque no viene a rescatarme mis hermanas, porque no vienen a rescatarme mis maestras…

¡nooooo..!

Soy una estúpida, por hacerles eso a mis maestras, soy una estúpida por huir de casa, soy una estúpida por hacer un plan en el cual no me puedan encontrar, y me puedan rescatar, estúpida, estúpida, estúpida.

Pero al escuchar el grito del tigre, hizo que recobrara el sentido, e inmediatamente escuche un fuerte, ¡boon!, referente a un golpe en el suelo, me seque las lágrimas e intente incorporarme.

¿Qué está pasando?, ¿acaso son mis hermanas, o mis maestras? -pensaba.

De repente un silencio que me permitió escuchar al bosque y en un abrir y cerrar de ojos, un gallardo y pequeño hombrecito verde, empuñando una daga élfica y con un palo en el hombro, se paró frente a mí.
 


¿Quién era el, que no es un goblin?, pensaba, mientras lo miraba fijamente. De repente, esa mirada tan penetrante me hizo estremecerme, (sé que los goblin son unos lujuriosos asquerosos), pero este me mira como si quisiera todo de mí, desde la punta de mi cola, hasta la última hebra de mi cabello.

Todo eso lo sentía a través de esa mirada tan penetrante y fija hacia mis ojos de este pequeño, lo que hizo que temblara de emoción, asiéndome empezará a mojarme… pero, algo captó su atención, lo cual lo hizo mirar a una dirección fijamente, e inmediatamente se alejó de mí…

Quise decirle que no se vaya, pero cuando salí, vi como ese pequeño hombrecito verde envolvía con una cuerda a tan tremendo tigre, y luego lo arrastrada a las profundidades del bosque, por lo que me impresionó tanto, que me dejó anonadada.

Luego de no sé cuánto tiempo de quedarme paralizada por la impresión, de repente, aparecieron mis maestras, las cuales, comenzaron a regañarme, y luego a interrogarme de lo que había pasado, y de porqué estaba tan lastimada, mientras me curaban.

Pero cuando les conté que un pequeño goblin me había rescatado, se quedaron anonadadas, y me empezaron a mirar con incredulidad, o que me había golpeado demasiado fuerte la cabeza, ya que los goblin, no tienen ningún respeto por los demás, cuando son adultos andan en grupo, y son tan lujuriosos como para no dejar a tras una presa tan atractiva.

Pero cuando Q’aphaña Mamba, comenzó a revisar la zona, me miró con ojos estupefactos, e inmediatamente siguió el rastro por donde el pequeño hombrecito verde se llevó al tigre, el cual, luego de un rato, volvió arrastrando la osamenta de un animal.

Ella afirmaba que era el tigre que me atacó y que había sido envenenado por el costado, dada las heridas encontradas, pero que esto no parece ser la obra de un goblin, ya que al tigre lo dejaron sin piel y que removieron de él, el hígado, corazón y la cabeza, y según el rastro dejado, se dirigió a la sima de un árbol, por lo cual decidió volver.

-Este, no es el comportamiento común de un goblin, ni mucho menos el de que trepara árboles - decía.

Pero lo que intrigaba a mi maestra, era la sustancia que avía envenenado al tigre y era la misma que se encontraba en la punta de la pequeña lanza rústica, que habían encontrado en los alrededores. Pero lo más intrigante es, que esa sustancia era saliva de goblin.

A lo cual mi maestra Amuyt’a Cobra se acercaba a Q’aphaña Mamba, que sostenía la pequeña lanza, pero cuando me preguntaba, ¿cómo sabía que era saliva de goblin? Vi a mi maestra Amuyt’a Cobra degustar la sustancia con la punta de su dedo, confirmando así, que era saliva de goblin.

En eso se acerca Ch’ama Anaconda y repite el proceso, mientras mis otras dos maestras la discriminan, preguntándole, que sabe ella de la saliva de otras especies dada su profesión.

Pero cuando me acerque, mientras preguntaba, si podía probar, inmediatamente recibí un fuerte puñetazo en la cabeza de Q’aphaña Mamba, y luego me arrastro hacia la aldea, a la vez que Ch’ama Anaconda cargaba la osamenta del tigre en sus hombros, y Amuyt’a cobra, me sermoneaba. Que la semilla de un goblin, no es bueno para el futuro de las lamias, y que la especie con las cuales me puedo aparear, son los humanos, los elfos y en casos extremos, los demiumanos híbridos con humanos, ya que con otras especies procrearemos monstruos, y eso acarrearía problemas a la tribu.


No me importaba lo que me decía, ya que ahora estoy a salvo, volveré a mi entrenamiento para volverme más fuerte, y tendré a quien imaginar, cuando tenga mis noches traviesas.

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