lunes, 22 de agosto de 2016

Supay 2 parte

a la mañana siguiente, yo estaba en el medio del bosque, tenía en mi espalda un par de conejos gigantes, tenía unas muñe queras de serpiente, una falda de piel de tigre, y una hombrera de coraza de tortuga. esa era la historia que cualquiera quisiera contar, ya que si te dejas influenciar de las películas, series, y novelas fantásticas, ese seria tu inevitable destino.

porque la realidad es muy distinta que la imaginación. Ya que, ahora me encuentro muy cansado, con ganas de vomitar mi corazón. porque en mi camino, tuve la mala suerte de toparme con un puma.

claro, si vas por el medio del bosque pensando que teniendo armas, te haría invencible, es una clara muestra que al ensamblar tu computadora, olvidas conectar el cpu.

ya que teniendo a semejante animal en frente tuyo, (recuerden que el cuerpo de un goblin es pequeño), y que tiene claras intenciones de matarte, pues, o te quedas petrificado, o no lo piensas, y simplemente corres".

pues corrí, aunque mis pasos son cortos, para sobrevivir a una persecución, pero el bosque, tiene un montón de obstáculos, y gracias a mi tamaño, pude permanecer lejos del aterrador animal. Se estarán preguntando por mi pico y mi martillo, pero los perdí por la desesperación del momento.

de repente, los obstáculos se había terminado, y me encontré en un pequeño llano del bosque, en el cual, ya no tenia en donde esconderme. “en verdad voy a morir - pensé”, ya que el puma, por fin me había acorralado.

e inmediatamente saque mi cuchillo, pero, ante terrible bestia, mas parecía que me escondía detrás de mi cuchillo, que un valiente gladiador.

el puma rápidamente me dio un fuerte golpe, con su garra derecha, haciéndome volar hacia un árbol. no podía pensar muy bien, solo pasaba por mi mente que iba a morir.

mi brazo estaba sangrando por el arañazo del puma, y note que me encontraba tirado en el piso, y ya no tenía mi cuchillo. que alguien me saque de aquí – pensé, y empecé a acordarme de mi madre, pero claramente ella no esta aquí.

busque mi cuchillo desesperadamente, pero solo pude coger una piedra, lo cual me hizo ver de que estaba, definitivamente perdido.

Instintivamente me incorporé cuando el puma saltó hacia mi, y vi que todo se movía en cámara lenta, y note que el desgraciado planeaba morderme el rostro; puesto que sus fauces se abrieron a mi dirección.

yo, iba morir, iba a morir de nuevo.

sujete la piedra fuertemente lo que me hizo recordar algo, lo cual me llevó a un movimiento desesperado…

de repente, el puma me arañó el rostro y mi pecho, lo que me hizo rodar rápidamente para alejarme del animal que se estaba retorciendo, sentí que me había arrancado la cara. puesto que no paraba de sangrar, inconscientemente, me metí tierra en mi boca, consiguiendo así barro lo cual vertí en mis heridas.

no supe bien lo que estaba haciendo, pero deduzco que estas acciones, son los instintos de supervivencia de este cuerpo.

milagrosamente el sangrado paro, y me fije en la dirección del animal, que ya dejaba de retorcerse, lo cual, al estar consciente del puma, dejó de moverse. me hizo dar una fuerte inhalación, llenando así mis pulmones de oxígeno, y como prediciendo algo, mire a mi lado derecho, y encontré mi cuchillo perdido.

luego sentí un enorme gruñido que provenía de mi estómago, lo cual, al mirar nuevamente la bestia tirada ahí inmóvil, me hizo darme cuenta que debía alimentarme de ella. entonces cogí el cuchillo y me acerque, al animal inerte, y le corte el cuello.

la sangre empezó a brotar, y yo, inmediatamente empecé a succionar el líquido rojo que brotaba de la herida ya abierta.

el sabor, se asemeja al hierro, y la textura era algo viscosa, pero era tan deliciosa, que succione hasta que dejó de salir.

de repente, sentí que mis fuerzas volvieron y comencé a despellejar al cadáver, “como los trabajadores de un camal o matadero de ganado, que visite acompañando a un amigo veterinario”. entonces recordé, de un documental de cacería, que lo primero en comerse, es el hígado, (tal ves pensé en ello por el momento). pues no fue difícil encontrarlo, ni mucho menos devorarlo, el sabor era tan exquisito que no podía quitarme la sonrisa de mi rostro (cosa que me extraña, porque en mi vida anterior, yo odio el hígado).

trocee al animal en varios pedazos, de los cuales removí su carne, y los huesos los empecé a limpiar con mis dientes. y, cuando llegue a su cabeza, me di cuenta de porque aun estaba vivo.

el puma, era aún un cachorro, un cachorro que por poco me mata, si no fuera por el relato que leí en una colección de historia universal. donde un aldeano joven, se convirtió en héroe, al matar un león con una piedra. y de cómo un hombre que mató a un león, metiendo su puño en su garganta, y me dio una idea para poder vivir.

al ver al joven animal muerto, me conmovió profundamente, y me nació hacer algo por respeto. yo, no soy un hombre religioso, pero junte mis palmas, y pedí que trascendiera su alma del puma a una existencia superior, agradecí a la tierra que sostiene al bosque que me brinda la comida, al cielo por el oxígeno que aclara mi mente, al sol por el calor que me brinda a mi cuerpo helado, y a la lluvia que hidrata mi ser y di un aplauso.

entonces continúe removiendo la piel de su cuello, luego lo separe de la cabeza, después retire la piedra que había atorado en su garganta y comencé a devorar la carne de las vértebras.

al terminar, cogí la cabeza y por debajo comencé a extraerle los sesos, los cuales me los comí (aunque en mi vida anterior, estas cosas me parecen asquerosas). no se porque, pero este cuerpo nuevo que poseo, me está transmitiendo conocimientos interesantes, empecé a admirar a mi mismo, pero al fijarme que estaba bañado en sangre, y ver al frente de mi, a un cadáver que, si no hubiera actuado, yo sería el devorado.

me hizo comprender, que me encontraba en uno de los infiernos que habla la religión hindú; que, al juzgar tu forma de vida, te sentencia a uno de los muchos planetas infiernos que existen, el cual hay uno que menciona sobre un planeta donde los habitantes tienen que matarse y devorarse…

bueno, ya no puedo pensar que soy un pecador, puesto que en este momento, me encuentro en medio de un bosque que no conozco, en el cual me esperan grandes peligros, y volver, no es una opción, puesto que por la persecución, no tengo idea de donde estoy.

entonces, recogí los trozos de carne del animal y los envolví en su propia piel, los ate a mi espalda e inmediatamente trepe al árbol más cercano, para revisar en donde estaba y a donde planeaba dirigirme.

pero, algo me sorprendió en gran manera, puesto que llegue a la cima del árbol con pocos movimientos y en poco tiempo que la primera vez, “y eso que el árbol anterior, era más pequeño”.


observe a mi alrededor, y noté que aún estaba lejos de las montañas, mire al cielo, y vi que ya está atardeciendo, pensé por unos minutos. y decidí pasar la noche en el árbol.


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