martes, 18 de octubre de 2016

supay 13 parte

Antes de empezar con mi nuevo atuendo, revise entre mis cosas recolectadas, para poder darme una idea de que puedo hacer.

Por lo que veo que tengo, cinco pieles de serpientes, una piel de tigre, veinte pieles de conejo, y tres pieles de ciervos, también tenía material para hacer cuerdas, y huesos para hacerme botones o cosas semejantes.

Entonces, con mi hacha comencé con el corte de un árbol pequeño, del grosor un poco más grande que mis extremidades, al cual los fragmente en varios troncos, y a un par de ellos, los partí y los taye, para hacerme canilleras, y protectores para los antebrazos.

Hice largas cuerdas delgadas, para usarlas como vendas para los puños, como en el muay thai. (Pero me tomo un tiempo descubrir la forma adecuada para vendarme apropiadamente, ya que si soy descuidado, puedo terminar lesionando mis propias manos).

Con las pieles de las serpientes, las partí y las cosí entre sí, y me hice mangas para las piernas, y ya que no soy un costurero, no sé cuál es la forma adecuada para hacer pantalones.

-jejejejeje, a que esto es muy curioso, porque en mi vida anterior el pantalón es la prenda principal de un hombre, y no sabe cómo hacerse uno.

Con las pieles de conejo, me hice escarpines para que puedan absorber los impactos que reciban mis canilleras de madera, como también mis protectores de antebrazos, ya que son ellos los que expondré más en los combates, que tenga en el futuro.

También talle puntas ovaladas y huecas, para proteger la punta de mis pies, como también le agregue piezas, para completar así plantillas, que sirven como base para hacerme un par de zapatos. El diseño consiste, en tres piezas que conforman la plantilla, la punta, que es un tallado más grande, la parte del medio y el talón, los cuales los uní cociéndolos con cordones de cuero, también los cosí a tiras de piel de conejo, completando así, un par de zapatos peludos, los cuales no me protegerán de los suelos húmedos, pero sí de impactos que me causarían problemas en medio de un combate.

Con la piel del tigre, me hice un chaleco, el cual se ata en los costados, y con el resto, me cubrí la cintura, como si fuera una toalla, para proteger mi cadera, el cual lo ate con la soga que hice antes. Claro que me hice un taparrabos con una de las pieles de serpiente, para completar el pantalón, ya que con solo las mangas de serpientes, no he podido cubrirme mis partes inferiores.

Con piezas de madera, las cuales ate con cordones de cuero formando una especie de correas, me hice un protector pélvico, el cual consistía de tres filas de correas de placas pequeñas de madera, que cuelgan hasta la altura de mis rodillas, con las cuales, también me sirven para proteger mis muslos internos.

Con las otras pieles de los ciervos me hice un par de bolsos grandes para transportar mi equipo. Uno lo hice como un costal, el cual se sujeta a la espalda, a través de una banda, y el otro lo hice como un bolso grande, con la última piel de ciervo, me hice una especie de porta herramientas, ya que me hice un hacha de tamaño regular, una pala, una estaca con punta de piedra, un martillo, una oz o cuchillo con la hoja en curva, una cuerda de diez metros de largo, un par de cinceles de piedra. Etc. Etc. Etc.

Deje intacto mi antiguo equipo, ya que no le vi necesidad de reciclarlo, puesto que pensé que no era necesario, y me concentre en los muchos materiales que avía recolectado, y resolví que era más sencillo empezar desde cero, tampoco me concentre en hacerme otro pectoral con piezas de hueso, ya que no me pareció necesario por el momento, aparte que las hombreras me presentaron problemas de movilidad y dinamismo de mis hombros, por lo que decidí, resolver esos problemas después.


Al terminar mi nuevo atuendo y equipo, empecé a revisar el terreno fijándome en los altos y bajos relieves de mis alrededores, y empecé a cavar en las zonas bajas del mismo, ya que los bosques no han sido creados de solo del agua que cae del cielo, sino de los desbordamientos de los ríos, los cuales dejan su marca en la tierra, a través de grandes zanjas, en las cuales, estoy cavando ahora.

Hablando la tierra con mi estaca y con la pala de madera, cabo en busca de un material simple, pero muy importante para la mejora de las herramientas, (ya que con ella, la civilización humana avanzo enormemente, después de descubrir el fuego). Y para los que no pudieron adivinarlo les diré que esa es la arcilla. Con ella y el fuego, puedo crear, cuencos para transportar líquidos, como también puedo construir ladrillos de construcción, y lo principal, hornos para fundir metales.

En mi búsqueda, me topé con pepitas de oro, las cuales me desconcertaron mucho, ya que el oro es muy valioso tanto en mi mundo, como supongo puede que en este.

-jajajajaja, -me reí.

Ya que dadas las circunstancias en las que me encuentro, el oro no es para nada útil, ya que viéndolo de cerca y pensar por un buen tiempo, no le encuentro utilidad alguna para la supervivencia, aunque pudo intercambiarlo por otros materiales, pero al ver mi piel azul me recordó que soy un monstro, y como tal, si quiero algo, solo tengo que tomarlo y punto.

También me topé con hierro y cobre, aunque el hierro es un material más fuerte que el cobre, pero para trabajar en él, se requiere de los hornos de fundición, por lo que, solo me concentre en el cobre y lo principal la arcilla.

Mientras hacía mis cosas, continúe avanzando por el bosque, cazando más animales, que cuyas pieles me hice una capa para la lluvia y una pequeña bolsa que va sujeta a mi cintura en la parte posterior, para guardar mis cuchillas de piedra que utilizo para la caza.
Con la poca arcilla que me encontré, pude hacerme una cantimplora, una olla para hervir la carne, un crisol donde fundir el cobre y un molde para hacer barras del mismo. No pude hacer más, ya que no soy un experto alfarero, pero teniendo al bosque, para que me suministre materiales, puedo experimentar todo lo que quiera, hasta cumplir mis propósitos.
También estoy experimentando con la cocina, ya que cuento con utensilios de la misma, y mi primer avance obtenido con la carne, es la manteca, ¿Y qué puedo hacer con la manteca?, pues, puedo hacer cosas fritas, como también puedo hacer jabón.
Jajajajajaja, ya tengo manteca.
Seguí avanzando por el bosque, hasta que por fin, pude ver al monolito que me avía intrigado hace mucho tiempo.

Nota del autor
Cada vez que imagino a mi personaje, como va creciendo y como debería de verse su aspecto, me empiezo a llenar de líos, a lo que me lleva a tener problemas de descripción del mismo, por lo que me veo obligado a dibujarlo.
Pero lo que empezó como un apoyo para mi historia, se convirtió en una obligación, por lo que me esfuerzo mucho en mejorar mis trazos para la misma, y peor en el sitio donde trabajo, que me llena de estrés.
Bueno, a todos los lectores que están siguiendo mi trabajo, les agradezco de corazón, ya que su apoyo me incentiva a continuar, por lo que les deseo muchos éxitos en lo que hagan.

Hasta la próxima.

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