miércoles, 30 de noviembre de 2016

Supay 19 parte

-jajajajajajaja… bien, bien, lo has hecho bien Bronco, lo hiciste mejor que tu compañero el cual, parece que ya está muerto. Ahora bien, ¿qué harás orco azul? jejejejeje… -decía muy arrogante el cerdito. pero, ni me molesté en siquiera mirarlo, por lo que le pregunte al espadachín.

-perdona, ¿podrías repetirlo?

-¡qué te pasa!, ¿eres imbécil o algo así? ¡Te dije bien claro, que la mataría si no te quedas quieto! -me contestó enérgicamente el espadachín orco, a lo que le conteste.

-sí, creo que tienes razón en señalarme de imbécil, ¿ya que no entiendo la razón de amenazarme de destruir tu propio escudo que te protege de mí? ya que si no reconoces que soy más fuerte que tú, no te estarías escondiendo detrás de una hembra, ¿Verdad?

-¡no me ignores, o le ordenare a Bronco que mate a la hembra! -gritó el cerdito, muy molesto, pero seguí mirando al orco espadachín con cara de duda, a lo que el desconcertado respondió.

-esta, esta hembra es importante para ti, por lo que no querrás que la mate por tu imprudencia ¿no es verdad?

--no le hagas caso, no importa lo que me pase, no dejes que ellos se salgan con la suya. -grito la hembra Mina. Y me fije en su mirada de que estaba decidida, pero fue golpeada por el orco espadachín mientras le gritaba.

-cállate mierda.

Por lo que dije.

-entiendo. – y agache la cabeza, a lo que el cerdo y el orco espadachín comenzaron a sonreír, pero continúe.

-te daré dos opciones espadachín orco, si dejas ir a la hembra, te prometo que te matare rápido y sin dolor, pero si la matas. Yo te mataré de la manera más lenta y dolorosa que puedas imaginar, y como ejemplo de cómo podría ser, usare a ese cerdito.

-¿que? -dijo el orco sorprendido.

-este. -dijo el cerdito al caer en la cuenta, de que se encontraba aún en mi rango de ataque. Y al ver mi determinación en mis intenciones, por lo que intento correr para ponerse en resguardo de su subordinado, pero una puñalada en la pierna evitó que pudiera dar dos pasos. Por lo que cayó al suelo dando alaridos de dolor, a lo que el orco espadachín grito.

-¡quieto, o la mataré de verdad! –y yo le respondí rápidamente.

-y después de matarla, ¿Qué aras…?

-…
-pues, si no sabes, espera un momento por favor, ya que tienes que ver como morirás cuando la mates.


Y cogiendo una piedra, aplaste la pesuña del cerdito, de la pierna que no estaba herida, por lo que sus gritos comenzaron a resonar por todo el bosque. Continúe golpeando sus extremidades hasta que dejó de gritar, por lo que deduzco que se debía por lo hinchado y morado que se encontraban las mismas, por lo que tuve que cambiar mi tortura.

Creo que el orco gritaba algo, pero yo no escuchaba, ya que estaba concentrado en que el gordito gritara con súplica y desesperación, y con la espada que tome de su subordinado ninja, apuñale uno de sus hombros, a lo que el cerdito cambio sus gritó de quejas y amenazas diciendo.

-¡HAAAAAAAAA, ya entiendo, ya no sigas, ya entiendo, por favor ya no sigas!

-¿que? -pregunté con algo de curiosidad.

-¡HAAA, aaaay, ya entiendo, tú eres el jefe! por favor, ya no me lastimes más. -el cerdito llorando, por lo que le conteste.

-lo ciento, pero al ejemplo no tiene derechos en este asunto. -por lo que le di una vuelta a la espada, y el gordito comenzó a gritar.

-¡HAAAAAAAAAA, espera! espera, yo, soy un ser muy poderoso, puedo concederte cualquier cosa que me pidas.

-¿es en serio?

-s, s, si, pídeme lo que quieras.

-muy bien, quiero ser inmortal -le conteste muy ilusionado.

-no, no, no puedo concederte eso.

-¿qué?, mmm… entonces quiero ser dueño del mundo. -conteste

-no, tampoco puedo concederte eso.

-entonces, el conocimiento absoluto. -conteste ya desilusionado.

-no, ¿no puedes pedirme un deseo más normal?

-¿a qué te refieres?  

-yo tengo oro, tengo veinte baúles llenos de oro y cinco de platino, te los daré, te los daré todos, pero por favor, ya no sigas y déjame ir.

-mmm… muy bien, tenemos un trato. -y luego le estiré la mano con la palma hacia arriba. Al ver esto el cerdito, me miro y me dijo.

-tienes que estar bromeando, no puedo extenderte la mano, tienes que cargarme hasta mi casa donde me curaran y te podré entregar el oro.

-¿queee…, no lo tienes aquí para dármelo ahora mismo? -le contesté un poco molesto, a lo que respondió algo alterado.

-¡cómo crees que voy a cargar tremenda cantidad, eso es imposible!

-no no no no no, tu eres el imposible ya que ofreces una cantidad que no cargas para hacer un trato. -respondí al gordito mientras levantaba la piedra con lo que lo andaba golpeando, a lo que él gritó con suplica.

-¡NOOoo…, espera, espera, la bolsa que tengo en mi cintura, en ella cargó con oro y platino, lo llevo para casos de emergencia como esta.

-aaa… entonces, ¿en vez de ofrecerme el oro de tu bolsa, me ofreces el de tu casa, para que puedas matarme con los refuerzos que allí te esperan, no? -le dije mientras desprendía la bolsa de su cintura. A lo que él respondió muy alteradamente.

-¡no, no, te juro que iba a dar todas mis riquezas, te lo juro, te lo juro!

A lo que yo, sin prestarle mucha atención, comencé a abrir la bolsa para verificar su contenido, y al ver de que tenía monedas de oro y de platino, lo mire y le dije.

-veo que eres un ser, que puede fácilmente conseguir oro y platino, por lo que noto que esta bolsa es el fruto de tu arduo trabajo.

-¿qué, que, que vas a hacer? -dijo al leer en mi rostro mis intenciones.

Y acercando la bolsa de oro en su cara, le dije.

-demuéstrame cómo es que tu esfuerzo en tu oro, te salvará la vida ahora. -mientras le vaciaba la bolsa en su cara, a lo que obviamente, cayeron algunas monedas en su boca, por lo que se atoraron en su garganta, empezando a ahogarlo, por lo que, su cuerpo comenzó a convulsionar y sus ojos empezaron a sobresalir e inyectarse en sangre por la falta de oxígeno, a lo que su piel se empezó a teñir de rojo y, luego de un largo rato de agonía murió.

Y de repente, el sonido del bosque me hizo recordar de que tenía espectadores, ya que estaba reflexionando de como gastaba todo mi tiempo en buscar la manera de conseguir dinero para poder divertirme y ser feliz. Pero era una búsqueda de nunca acabar, por lo que termine como el, convirtiéndome en una simple victima para los depredadores. Y, me acerqué al cadáver, retire la espada de su hombro, y mirando directamente en los ojos al orco espadachín le dije.

-¡tu tiempo de decidir, se a cabo!

Y me arroje sobre el orco espadachín, al cual, soltó a la hembra y su espada rápidamente y poniendo sus manos al frente, mostrándome las palmas de las mismas, me gritó.

-¡espee…

Pero la espada ya había atravesado su pecho, y sin quitarle los ojos de encima, removí la espada y le pregunté.

-¿sientes algo, sientes dolor alguno?

Pero el orco miró su pecho el cual no dejaba de sangrar y luego me miró, y dijo.

-yi, yi, yo no, yo no quería morir…

Y se derrumbó en el suelo, mirando hacia el cielo, hasta que el brillo de sus ojos se apagó.

-yo tampoco, por lo que no me quise arriesgar. -dije cuando note que ya había muerto. Y, luego de verificar mí entorno, gire y mire fijamente a Mina, y pregunte.

-Y tú Mina, ¿que piensas hacer ahora?


No hay comentarios:

Publicar un comentario