viernes, 16 de diciembre de 2016

Historia paralela Impresión de Mina

Yo crecí, bajo las enseñanzas de los cuatro héroes. Pero desde que empecé a tener consciencia de mi misma, comencé a ser preguntas las cuales, solo tenía respuestas de algunas, por lo que empecé a creer que me estaban ocultando la verdad, y que las historias con las que crecí, da la impresión que solo era un cuento para los niños, ya que nuestro gobierno no actuaba conforme dictaban las leyes que dejaron los cuatro héroes, y que a medida que crecía, las leyes eran cambiadas para el beneficio de los gobernantes, los cuales se llenaban sus alforjas de oro, mientras el pueblo padecía de injusticias y atropellos.


Con el único con el que me comprendía y me llevaba bien, era mi amigo de la infancia Lobezno, el cual, a diferencia de mí, el sí tenía talento como guerrero. Por lo que se ganó la promoción de ir a la ciudad para mejorar sus habilidades y convertirse en un guerrero de élite y con eso obtendrá un cargo muy importante dentro del gobierno. Él se confesó a mí y me dijo que me quería como su pareja, por lo que él aceptó la promoción, para poder darme lo que merezco (bueno, esas fueron sus palabras). Aunque eso no me importaba yo estaba feliz por él, por lo que decidí esperarlo, por la ilusión de que juntos en el gobierno, corregiríamos los males que aquejan a nuestra gente.


Pero las cosas no fueron como planeamos, ya que ahora estoy corriendo desesperadamente en el bosque, peleando por evitar mi cruel destino, pero, por un momento comencé a creer que solo me encontraba en una pesadilla, al encontrarme ante el dueño de mis perseguidores. Porque en esta ocasión me estaba sola, y nada ni nadie vendría a salvarme ni mucho menos Lobezno, que ahora se encuentra ya muy, muy lejos. Pero un mostro del bosque ataco al causante de mis pesadillas, cuyos secuaces se apresuraron a rescatar, por lo que aprovechando de esta oportunidad, pude escapar corriendo con lo que me queda de fuerzas hasta caer inconsciente.

Y ahora, todo pasó muy rápido. Puesto que desperté a lado de un orco azul, por lo que pensé que era un violador. Luego estaba contándole sobre mí y mi pueblo, y “¡pun!”, mi vida estaba al borde de un movimiento de espada, bajo la autoridad del causante de mis desvelos. Y al darme cuenta de que todo estaba perdido, preferí morir antes de padecer este cruel destino.

Pero ahora me encuentro, ante Supay, el orco azul. El cual mató a los tres guardaespaldas del comerciante Chonk, los cuales eran muy temidos por su fiereza y crueldad. (Culpables de mis lesiones) Y al mismísimo intocable y señor de mi infierno en la tierra, el comerciante Chonk. Lo mató, como si su gran poder e influencias no significaran nada. Y viendo directamente a ese mismo orco, que está ante mí, con esa mirada, como si pudiera ver a través de mí, el cual me hizo una pregunta, despertándome así de mi asombro.

-y tu Mina, ¿qué piensas hacer ahora?

Que ¿qué pienso hacer ahora? Pensaba, y comencé a mirar el suelo. Y recordé de que, desde que fui despojada de mi cola, me vi obligada a aceptar la realidad, de que ya no tengo a donde ir ni gente que me esté esperando, mucho menos el, Lobezno, ya que sin cola debo parecer un monstruo.

De repente brotaron lágrimas de mis ojos, y secándome las rápidamente, mire a ese orco y le dije.

--por favor orco Supay, permítame permanecer a su lado, prometo que no seré un estorbo y que le ayudare en todo lo que sea necesario.

-claro que serás de utilidad. -Me contestó mientras chasco ciaba mi cabello con su pesada mano, y luego dijo.

-por lo que ve y desviste a ese gordito y sus secuaces.

Pensé que se refería a desarmarlos, pero lo que él quería era ver a los cuerpos desnudos. Pensé que era un especie de pervertido, pero de nuevo me equivocaba, ya que a los cuerpos los descuartizamos y los dejamos remojando en una de sus vasijas que la tenía escondida cerca de un árbol. No entendía cuál era el propósito de guardar a los cadáveres de esta manera, pero esa respuesta llegaría a mí, a la hora del almuerzo, cuando él me sirvió uno de los brazos de Chonk, por lo que le dije.

--los kobold no nos comemos a nuestros congéneres.

Por lo que el orco Supay me miró con asombro, lo cual, me pareció normal ya que él no sabe de nuestras costumbres, e iba a explicarle, pero él me interrumpió diciendo.

-déjame adivinar, es una de las reglas de los cuatro héroes.

--¿cómo, cómo lo supiste? -Le conteste.

-bueno, dado que los cuatro héroes de tu relato ayudaron a tu gente, es de deducir que dejó una serie de reglas al respecto, para que tu gente se lleve bien, ¿no?

Es impresionante, ya que es la primera vez que veo a un orco tan inteligente, ya que la máxima proeza registrada en un orco, era de ser un buen líder de guerra, y nada más. Pero el continuo.

-corrígeme si me equivoco, pero imagino que también piensan que son una raza especial, dado de que entre ustedes nacieron los cuatro héroes.

No pude decirle nada, por lo que el continuo.

-tu silencio me confirma de que no estoy equivocado, es por esa razón por la que sufres en este mundo, ya que la realidad. Tu ni yo ni ninguna de las otra razas de este mundo es especial, un claro ejemplo de lo que digo es tu puerco amigo.

--¡ese kobold nunca fue mi amigo! grite sin pensarlo, pero él no se molestó, por lo que continuó.

-jejejeje, ese cerdito vivió y actuó como si fuera un ser inmune, como si la muerte jamás lo alcanzaría, pero míralo ahora, está servido en un plato, acompañado de frutas y una taza de agua. Dime, ¿pensaste que el terminaría así?

--no.

-apuesto que él tampoco, como tú. ¿Te imaginaste que terminarías desterrada y despojada de tu preciada cola, ante un sujeto azul el cual te está sirviendo en un plato, al que atento con tu libertad?

--n, no.

-pues claro, y la razón es porque fuiste educada tú y tu gente con la creencia de que eran especiales, es por eso, que cuando les pasa algo malo, se sorprenden y se preguntan porque, y es allí, donde empiezan sus sufrimientos. Piénsalo de esta manera, cuando cortas un árbol, no crees que puedes ser cortado, cuando haces un hoyo en la tierra, no crees que puedan abrirte un hoyo a ti, o al romper una piedra, no piensas que puedes romperte, y mucho menos cuando devoras a otro ser, no piensas de que puedes ser devorado. ¿Entiendes ahora?

--insinúas de que no podemos maltratar al bosque.

-yo estoy hablando de como piensas, que es muy diferente de lo que haces, por lo que tienes servido ante ti, es la realidad de este mundo, ya que si no comes, te mueres y serás comida de otra especie la cual, no quiere morir. Como Bruce Lee diría “el hecho de que seas un herbívoro no evitara a los carnívoros de que te coman”

Bruce Lee, ¿e? debe referirse a su maestro… Y tras reflexionar un poco de lo que dijo, me di cuenta de que vivía pensando, de que con mis buenas acciones me libraría de las cosas malas de la vida, pero estaba claro de que vivía en una fantasía, por lo que devore la carne que tenía ante mí, ya que ahora quiero vivir en la realidad de este mundo y no en una fantasía. A partir de ese día, mi vida cambió radicalmente.

Ya que en las mañanas de cada día, era una rutina distinta, dado de que variaba constantemente en los ejercicios. Puesto que una mañana, hacíamos practicas con dos palos. Luego a la siguiente mañana, nos poníamos a levantar piedras o grandes troncos caídos, con movimientos repetitivos. En la siguiente mañana, hacíamos movimientos de ataque que nunca avía visto en una pelea de personas desarmadas. A la mañana siguiente me pedía que lo golpeara en las costillas con todas mis fuerzas cien veces, y luego intercambiábamos golpes (según él, eran para dejar de temerle al dolor). A la siguiente mañana, nos poníamos a correr en el bosque, alrededor del campamento. A la siguiente mañana, nos poníamos a hacer movimientos con el cuchillo, los cuales eran fascinantes (como movimientos para desarmar y matar con la misma arma de tu oponente). Y una mañana, simplemente no hacíamos nada, ya que decía que un poco de pereza, era bueno para hacer aflorar las ideas.

No entendía el propósito de esta rutina desordenada, pero al ver los resultados inmediatos de una de sus técnicas, deje de dudar de él. La cual consiste en como respirar mientras te mueves, ya que si corres imprudentemente, sin fijarte en tu respiración. La distancia a alcanzar, se te ase más larga y tu agotamiento se incrementa considerablemente. Pero si corres y respiras apropiadamente, tu resistencia aumenta enormemente.

Eso también se puede aplicar en los combates, ya que si tú oponente tiene tú mismo nivel. El vencedor seria, el que tenga mayor resistencia.

El principio es simple, cuando estás inhalando tienes que hinchar la barriga y cuando exhalas, tienes que meter la barriga hacia dentro (aplastando las tripas). Este método ayuda a entrenar el músculo llamado diafragma, el cual lo vi, cuando descuartizamos a mis perseguidores.

Luego me hizo hacer diversos tipos de labores, como por ejemplo. Juntar miel y cera de abeja, él me dijo que la miel es buena para curar heridas y que la será la necesitaba para algo especial. Me enseñó a fundir piedras de cobre, (no entiendo, cuál es el propósito de usar un metal tan blando, pero en fin). También recolectó abundante leña, la cual era usada más que nada para la fundición. Y con él construimos un extraño aparato el cual el llamo torno, y con él empezó a hacer girar una barra de cera para hacerlas de forma redonda, y luego lo atravesó por el medio, dándole la forma de una caña hueca, pero sin los nudos de la misma, (él, la llamo tubo).

Continuó tallando extrañas figuras con la cera, las cuales las unió, pasándole la hoja de su cuchillo, previamente calentada en el fuego. Después envolvió todas las figuras en arcilla aguada, cerciorándose de que cubría todas las zonas de sus extrañas formas. Y por último las cubrió con masa de arcilla, y las metió al fuego, para que se endureciera.

Por lógica, sus esculturas de cera, se evaporaron al ser calentadas. Luego se acercó a mí, que estaba completando una tarea que me dejo. Que consiste en fundir las barras de cobre, en el nuevo y más grande horno que habíamos hecho con anterioridad. Y comprendí para qué era tanta ceremonia. Ya que vacíe el cobre fundido, en la hendidura que tenía las figuras de arcilla, que quedaron huecas, tras evaporarse la será, y las llenamos hasta el tope, luego metió las esculturas en una vasija llena de agua, sacando así las esculturas que avía echo en cera a cobre.


Nunca creí que se pudieran hacer esculturas de cobre de esta manera, pero lo verdaderamente increíble fue, que, al unir las diferentes figurillas con unas piezas de madera, que avía tallado previamente, hizo una ballesta, que podía disparar cinco tiros de forma rápida, y con el tubo armo, algo que el llamo mosquete. Por lo que le pregunte, como se llama esta técnica, y él me contesto.

-cera perdida.


Desde que deje la aldea, estoy haciendo, aprendiendo y viendo cosas que nunca hubiera imaginado. Creo que fue bueno lo malo que me paso.

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