Yo crecí, bajo las enseñanzas de los cuatro héroes. Pero desde que empecé a
tener consciencia de mi misma, comencé a ser preguntas las cuales, solo tenía
respuestas de algunas, por lo que empecé a creer que me estaban ocultando la
verdad, y que las historias con las que crecí, da la impresión que solo era un
cuento para los niños, ya que nuestro gobierno no actuaba conforme dictaban las
leyes que dejaron los cuatro héroes, y que a medida que crecía, las leyes eran
cambiadas para el beneficio de los gobernantes, los cuales se llenaban sus
alforjas de oro, mientras el pueblo padecía de injusticias y atropellos.
Con el único con el que me comprendía y me llevaba bien, era mi amigo de la
infancia Lobezno, el cual, a diferencia de mí, el sí tenía talento como
guerrero. Por lo que se ganó la promoción de ir a la ciudad para mejorar sus
habilidades y convertirse en un guerrero de élite y con eso obtendrá un cargo
muy importante dentro del gobierno. Él se confesó a mí y me dijo que me quería
como su pareja, por lo que él aceptó la promoción, para poder darme lo que
merezco (bueno, esas fueron sus palabras). Aunque eso no me importaba yo estaba
feliz por él, por lo que decidí esperarlo, por la ilusión de que juntos en el
gobierno, corregiríamos los males que aquejan a nuestra gente.
Pero las cosas no fueron como planeamos, ya que ahora estoy corriendo
desesperadamente en el bosque, peleando por evitar mi cruel destino, pero, por
un momento comencé a creer que solo me encontraba en una pesadilla, al
encontrarme ante el dueño de mis perseguidores. Porque en esta ocasión me estaba
sola, y nada ni nadie vendría a salvarme ni mucho menos Lobezno, que ahora se
encuentra ya muy, muy lejos. Pero un mostro del bosque ataco al causante de mis
pesadillas, cuyos secuaces se apresuraron a rescatar, por lo que aprovechando
de esta oportunidad, pude escapar corriendo con lo que me queda de fuerzas
hasta caer inconsciente.
Y ahora, todo pasó muy rápido. Puesto que desperté a lado de un orco azul, por
lo que pensé que era un violador. Luego estaba contándole sobre mí y mi pueblo,
y “¡pun!”, mi vida estaba al borde de un movimiento de espada, bajo la
autoridad del causante de mis desvelos. Y al darme cuenta de que todo estaba
perdido, preferí morir antes de padecer este cruel destino.
Pero ahora me encuentro, ante Supay, el orco azul. El cual mató a los tres
guardaespaldas del comerciante Chonk, los cuales eran muy temidos por su
fiereza y crueldad. (Culpables de mis lesiones) Y al mismísimo intocable y
señor de mi infierno en la tierra, el comerciante Chonk. Lo mató, como si su
gran poder e influencias no significaran nada. Y viendo directamente a ese
mismo orco, que está ante mí, con esa mirada, como si pudiera ver a través de
mí, el cual me hizo una pregunta, despertándome así de mi asombro.
-y tu Mina, ¿qué piensas hacer ahora?
Que ¿qué pienso hacer ahora? Pensaba, y comencé a mirar el suelo. Y recordé
de que, desde que fui despojada de mi cola, me vi obligada a aceptar la
realidad, de que ya no tengo a donde ir ni gente que me esté esperando, mucho
menos el, Lobezno, ya que sin cola debo parecer un monstruo.
De repente brotaron lágrimas de mis ojos, y secándome las rápidamente, mire
a ese orco y le dije.
--por favor orco Supay, permítame permanecer a su lado, prometo que no seré
un estorbo y que le ayudare en todo lo que sea necesario.
-claro que serás de utilidad. -Me contestó mientras chasco ciaba mi cabello
con su pesada mano, y luego dijo.
-por lo que ve y desviste a ese gordito y sus secuaces.
Pensé que se refería a desarmarlos, pero lo que él quería era ver a los
cuerpos desnudos. Pensé que era un especie de pervertido, pero de nuevo me
equivocaba, ya que a los cuerpos los descuartizamos y los dejamos remojando en
una de sus vasijas que la tenía escondida cerca de un árbol. No entendía cuál
era el propósito de guardar a los cadáveres de esta manera, pero esa respuesta
llegaría a mí, a la hora del almuerzo, cuando él me sirvió uno de los brazos de
Chonk, por lo que le dije.
--los kobold no nos comemos a nuestros congéneres.
Por lo que el orco Supay me miró con asombro, lo cual, me pareció normal ya
que él no sabe de nuestras costumbres, e iba a explicarle, pero él me
interrumpió diciendo.
-déjame adivinar, es una de las reglas de los cuatro héroes.
--¿cómo, cómo lo supiste? -Le conteste.
-bueno, dado que los cuatro héroes de tu relato ayudaron a tu gente, es de
deducir que dejó una serie de reglas al respecto, para que tu gente se lleve
bien, ¿no?
Es impresionante, ya que es la primera vez que veo a un orco tan
inteligente, ya que la máxima proeza registrada en un orco, era de ser un buen
líder de guerra, y nada más. Pero el continuo.
-corrígeme si me equivoco, pero imagino que también piensan que son una
raza especial, dado de que entre ustedes nacieron los cuatro héroes.
No pude decirle nada, por lo que el continuo.
-tu silencio me confirma de que no estoy equivocado, es por esa razón por
la que sufres en este mundo, ya que la realidad. Tu ni yo ni ninguna de las
otra razas de este mundo es especial, un claro ejemplo de lo que digo es tu
puerco amigo.
--¡ese kobold nunca fue mi amigo! grite sin pensarlo, pero él no se
molestó, por lo que continuó.
-jejejeje, ese cerdito vivió y actuó como si fuera un ser inmune, como si
la muerte jamás lo alcanzaría, pero míralo ahora, está servido en un plato,
acompañado de frutas y una taza de agua. Dime, ¿pensaste que el terminaría así?
--no.
-apuesto que él tampoco, como tú. ¿Te imaginaste que terminarías desterrada
y despojada de tu preciada cola, ante un sujeto azul el cual te está sirviendo
en un plato, al que atento con tu libertad?
--n, no.
-pues claro, y la razón es porque fuiste educada tú y tu gente con la creencia
de que eran especiales, es por eso, que cuando les pasa algo malo, se
sorprenden y se preguntan porque, y es allí, donde empiezan sus sufrimientos.
Piénsalo de esta manera, cuando cortas un árbol, no crees que puedes ser
cortado, cuando haces un hoyo en la tierra, no crees que puedan abrirte un hoyo
a ti, o al romper una piedra, no piensas que puedes romperte, y mucho menos
cuando devoras a otro ser, no piensas de que puedes ser devorado. ¿Entiendes
ahora?
--insinúas de que no podemos maltratar al bosque.
-yo estoy hablando de como piensas, que es muy diferente de lo que haces, por
lo que tienes servido ante ti, es la realidad de este mundo, ya que si no
comes, te mueres y serás comida de otra especie la cual, no quiere morir. Como
Bruce Lee diría “el hecho de que seas un herbívoro no evitara a los carnívoros
de que te coman”
Bruce Lee, ¿e? debe referirse a su maestro… Y tras reflexionar un poco de
lo que dijo, me di cuenta de que vivía pensando, de que con mis buenas acciones
me libraría de las cosas malas de la vida, pero estaba claro de que vivía en
una fantasía, por lo que devore la carne que tenía ante mí, ya que ahora quiero
vivir en la realidad de este mundo y no en una fantasía. A partir de ese día,
mi vida cambió radicalmente.
Ya que en las mañanas de cada día, era una rutina distinta, dado de que
variaba constantemente en los ejercicios. Puesto que una mañana, hacíamos practicas
con dos palos. Luego a la siguiente mañana, nos poníamos a levantar piedras o
grandes troncos caídos, con movimientos repetitivos. En la siguiente mañana, hacíamos
movimientos de ataque que nunca avía visto en una pelea de personas desarmadas.
A la mañana siguiente me pedía que lo golpeara en las costillas con todas mis
fuerzas cien veces, y luego intercambiábamos golpes (según él, eran para dejar
de temerle al dolor). A la siguiente mañana, nos poníamos a correr en el bosque,
alrededor del campamento. A la siguiente mañana, nos poníamos a hacer
movimientos con el cuchillo, los cuales eran fascinantes (como movimientos para
desarmar y matar con la misma arma de tu oponente). Y una mañana, simplemente
no hacíamos nada, ya que decía que un poco de pereza, era bueno para hacer
aflorar las ideas.
No entendía el propósito de esta rutina desordenada, pero al ver los
resultados inmediatos de una de sus técnicas, deje de dudar de él. La cual
consiste en como respirar mientras te mueves, ya que si corres imprudentemente,
sin fijarte en tu respiración. La distancia a alcanzar, se te ase más larga y
tu agotamiento se incrementa considerablemente. Pero si corres y respiras
apropiadamente, tu resistencia aumenta enormemente.
Eso también se puede aplicar en los combates, ya que si tú oponente tiene
tú mismo nivel. El vencedor seria, el que tenga mayor resistencia.
El principio es simple, cuando estás inhalando tienes que hinchar la
barriga y cuando exhalas, tienes que meter la barriga hacia dentro (aplastando
las tripas). Este método ayuda a entrenar el músculo llamado diafragma, el cual
lo vi, cuando descuartizamos a mis perseguidores.
Luego me hizo hacer diversos tipos de labores, como por ejemplo. Juntar
miel y cera de abeja, él me dijo que la miel es buena para curar heridas y que
la será la necesitaba para algo especial. Me enseñó a fundir piedras de cobre, (no
entiendo, cuál es el propósito de usar un metal tan blando, pero en fin).
También recolectó abundante leña, la cual era usada más que nada para la
fundición. Y con él construimos un extraño aparato el cual el llamo torno, y
con él empezó a hacer girar una barra de cera para hacerlas de forma redonda, y
luego lo atravesó por el medio, dándole la forma de una caña hueca, pero sin
los nudos de la misma, (él, la llamo tubo).
Continuó tallando extrañas figuras con la cera, las cuales las unió,
pasándole la hoja de su cuchillo, previamente calentada en el fuego. Después
envolvió todas las figuras en arcilla aguada, cerciorándose de que cubría todas
las zonas de sus extrañas formas. Y por último las cubrió con masa de arcilla,
y las metió al fuego, para que se endureciera.
Por lógica, sus esculturas de cera, se evaporaron al ser calentadas. Luego
se acercó a mí, que estaba completando una tarea que me dejo. Que consiste en
fundir las barras de cobre, en el nuevo y más grande horno que habíamos hecho con
anterioridad. Y comprendí para qué era tanta ceremonia. Ya que vacíe el cobre
fundido, en la hendidura que tenía las figuras de arcilla, que quedaron huecas,
tras evaporarse la será, y las llenamos hasta el tope, luego metió las
esculturas en una vasija llena de agua, sacando así las esculturas que avía
echo en cera a cobre.
Nunca creí que se pudieran hacer esculturas de cobre de esta manera, pero
lo verdaderamente increíble fue, que, al unir las diferentes figurillas con
unas piezas de madera, que avía tallado previamente, hizo una ballesta, que
podía disparar cinco tiros de forma rápida, y con el tubo armo, algo que el
llamo mosquete. Por lo que le pregunte, como se llama esta técnica, y él me
contesto.
-cera perdida.
Desde que deje la aldea, estoy haciendo, aprendiendo y viendo cosas que
nunca hubiera imaginado. Creo que fue bueno lo malo que me paso.
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