wow, asarla al fuego fue una gran idea, ya que el fuego directo en la carne
hace que expulse las grasas impuras, como también ayuda alimentando el fuego
para su cocción, aparte ahora entiendo porque son más sabroso los muslos, ya
que es donde tiene abundante carne y grasas, al igual que en el trasero, los
cuales como ya explique y junto al tratamiento especial que le di, ayudan al
sabor y la cocción.
Se preguntarán, que es de la kobold. Pues ella está a mi lado, comiendo
conmigo el súcubo que me atacó en la noche, por lo que ahora, los muslos del
mismo son mi desayuno. En cuanto a la kobold, está molesta conmigo por las
circunstancias en las que se encontró cuando despertó.
Bueno, jejejejeje...
Una mocosa nunca podrá con un viejo como yo.
Aunque bueno, si al dormir en medio del bosque y luego haber despertado en
la cama con un desconocido, yo también me asustaría.
jajajaja. Fue tan lindo, ver como caía en sus propias palabras y a la vez
fue raro, puesto que pensé que enloquecería al ver mi apariencia, pero lo está
tomando muy tranquilamente bien.
Bueno, es que la cosa fue que al encontrarla sucia, golpeada y malherida,
la arrastre a mi base de operaciones, en una camilla provisional, hecha de
palos y cuerdas. Allí, la lave con un trapo húmedo en agua caliente y jabón.
Las heridas las lave con mucho cuidado, para evitar que se infecten, y las
cubrí con vendas que encontré en la covacha del mago. Sus heridas no eran muy
profundas, pero sí tenía muchas de ellas, por lo que me preguntaba, que ha
hecho que una kobold termine en estas circunstancias.
Todo este procedimiento me costó mucho trabajo y tiempo, ya que tenía que
lavarme las manos constantemente, puesto que gracias a la habilidad que adquirí
del komodo, podría ser yo el que la infecte con algo. Luego la cubrí con
sábanas para acostarme con ella cerca de la fogata, para que recuperara calor.
Puesto que había perdido mucha sangre y la temperatura de su cuerpo había
bajado mucho, por lo que estaba en peligro de entrar en shock si la dejo sola
en la noche, y eso sí sería peligroso. Pero como estaba respirando normalmente,
no me preocupe mucho por lo que me acurruque con ella y me quedé dormido.
En breve de una hora creo, anticipe la aparición del súcubo, por lo que
acabe rápido, ya que mis instintos habían fijado su ubicación y de un flechazo,
¡plod!, cayó muerta. Le di el usual rezo, le corte la cabeza y le quite las
entrañas, por lo que devore el corazón, el hígado y el cerebro rápidamente y el
cuerpo lo colgué en un árbol, para despellejarlo rápido y proceder a
descuartizarlo. Gracias a las muchas veces que avía echo esto, termine
rápidamente, por lo que el cuerpo del súcubo lo metí en una vasija de arcilla,
en cuyo interior había vaciado agua con nitrato de potasio, que había preparado
anteriormente para este mismo propósito, por lo que al terminar me acerqué al
fuego y me acosté de nuevo con la kobold.
--¡KIAAAAAAAA…!
Un fuerte grito me despertó, y al mirar a mí alrededor, vi que ya era de
madrugada y que la que gritaba era la kobold, repitiendo la misma escena como
cuando la conocí. Entonces le dije.
-Veo que ya estás bien. –mientras estiraba los brazos junto con mi espalda.
-¡Qué pretendías hacer con migo, pervertido! –me dijo mientras me apunta con
una rama quemada del fogón.
-salvarte la vida pervertida. –mientras ponía una cara de aburrido y
pensaba, ¿es en serio?
--quienes una pervertida, yo no soy una pervertida, maldito pervertido.
-solo un ladrón reconoce a otro ladrón, como un mentiroso a otro mentiroso.
Por lo que si tú me acusas de pervertido es porque eres una pervertida o hay
otra explicación en la que yo sea el único culpable.
--te, te, te habías acostado con migo. –dijo mientras temblaba.
-aaaaa… entonces me estás diciendo, que al encontrar te desnuda y mal
herida en medio del bosque, por lo que te lave, cure y te vestí. Pero como
habías perdido mucha sangre y para evitar que tu cuerpo se enfríe por la noche,
me acosté contigo. Eso son actos de un pervertido, ¿lo entendí bien? –dije
mirándola seriamente.
--um...
Entonces, al verla callada y palpando su cuerpo para cerciorarse de lo que
había dicho era verdad, mientras no me quitaba los ojos de encima. Por lo que me
pare lentamente y me fui a disponer de la carne del súcubo que había dejado
fraguando en la vasija, para usarla como nuestro desayuno, a lo que ella, al
verme trayendo la carne al fuego, me pregunto.
--¿vas a azar eso?
-azar, buena idea.
Por lo que cogí unos trozos de madera que iban a ser usadas para hacer
flechas, para que con ella trinchar la carne y con la ayuda de un par de trozos
de leña en forma de “Y”, las enterré en los costados de la fogata y en ellas,
sostener y asar la carne. Mientras tanto, ella balbuceó algo, que no escuche
muy bien, por lo que inmediatamente le pregunté.
-¿que?
--¡GRACIAS!
-jejejeje, ¿me agradeces por ser un pervertido contigo?
--¡NOOOO…, POr ayudarm...!
-¿que?
--¡QUE GRACIAS POR AYUDARME!
-AAA… bueno.
Aún no quise acosarla con preguntas, por lo que decidí esperar a que ella
misma se explaye hablando, por lo que inmediatamente le pase unos cuantos
frutos en un plato hondo de arcilla, que había hecho tiempo atrás como
práctica, el cual, nunca pensé que me serviría en estos momentos. Luego corte
unos trozos de carne del muslo que avía puesto a asar, y los incruste en una
astilla larga de madera, para que parezca como pincho de carne y se los pase
para que empezara a comer, luego me serví mi porción y eso es todo lo que pasó.
Y es por eso que ella está callada y algo molesta, con los cachetes
inflados, como si estuviera conteniendo palabras que no deberían ser
expresadas. Hasta que después de un rato de estarme observando, ella dijo.
--eres raro.
-¿a qué te refieres con raro?
--es que, es la primera vez que veo a un orco comer con tanta ceremonia.
Ya veo porque no se volvió loca al ver mi aspecto, con lo que sólo se
alteró como toda persona ante un igual. ¡Espera, dijo orco! ¿Entonces he
evolucionado de goblin, a un orco? esto es interesante, y luego ella continuó.
--aunque he visto orcos lampiños, pero es la primera vez a uno con la piel
azul oscuro, y que hable con el acento de goblin.
¿Espera, asentó de goblin, ósea, sin darme cuenta he estado hablando otro
idioma todo este tiempo? a lo que no pude evitar preguntar.
-¿a qué te refieres con acento de goblin?
--yo vengo de una aldea de comerciantes en las montañas, nosotros hacemos comercio
con los enanos oscuros, los cuales no gustan de los orcos, por lo que nosotros
somos algo así como intermediarios entre ellos. Por lógica, nosotros dominamos
el lenguaje oscuro y el de los enanos, y es por eso, que sabemos la diferencia
entre acentos de cada raza. Como por ejemplo, los Uruk hai hablan con tono agresivo,
mientras tanto los orcos hablan con tono tosco o seco. Y los goblin tienen un
acento medio burlón como es tu caso.
-¿entonces yo hablo como el pitufi bromista?
--¿qué es el pitufibromista?
Mierda, pensé en voz alta, mientras me tapaba la boca con una mano, y con
la otra, haciendo el gesto de negativa, le dije.
-no me agás caso, entonces dices que soy raro porque tengo el acento de un
goblin siendo un orco y en sima de color azul.
--sí, aunque es como un goblin anciano, pero definitivamente no me puedo
equivocar con tu acento.
Parece ser que he heredado el lenguaje de mis congéneres, como las tortugas
al nacer tienen que ir al mar, las truchas y los salmones tienen que subir
corriente arriba para aparearse o como el perro que instintivamente hacen caso
a los silbidos. Mientras pensaba en todas estas cosas, de repente ella me
preguntó.
--¿y cómo te llamas?
-Supay.
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