martes, 7 de marzo de 2017

Supay 22 parte

Me acorde cuando era un adolescente, y me intimidaba las chicas cuando se ponían con esa actitud, ya que temía de que me acusaran de pervertido y también, porque aún estaba bajo el trauma infantil de “los niños no se juntan con las niñas” por lo que me daba vergüenza reconocer de que me gustara alguna linda chica.

Pero aprendí que este tipo de desafíos que te ponen las mujeres, es solo una fachada, ya que ellas no son unas santas vírgenes a las cuales tienes que encenderles una vela y adorarlas, porque muy en el fondo, ellas son igual de pervertidas que nosotros, ya que por eso manda a la mierda a todo hombre que las trate como lo que ya he descrito (o sea, a los princesos)

Por lo que ellas saben muy bien lo que están buscando con ese tipo de fachada, por lo que uno, si entiendes bien lo que acabo de explicar, no ves razón alguna para recular ante ellas. Por lo que la mire directamente a los ojos y le pregunte con tranquilidad.

-¿qué pregunta quieres que te responda, la primera o la segunda? -a lo que contestó inmediatamente.

--la segunda.

-muy bien, pero antes, puedes responderme a una pregunta. -le dije mientras no apartaba la mirada hacia ella y le mostraba una sonrisa pícara.

--¿qui, que pregunta? -contesto con algo de duda.

-¿qué es el amor? -le dije, cambiando así los papeles de quien desafiaba a quien, a lo que ella muy sorprendida me dijo.

--¿no sabes que es el amor?

-¿qué, te sorprende que no sepa que es? o perdóname por desilusionar tu tierno corazón, que me endioso tanto, pero el hecho de que yo sepa algunas cosas, no significa que lo sepa todo.

--no, yo no, bueno, es que yo no sé, como, e…

Decía Mina, confundida ante la situación en que la había puesto, por lo que me daba gracia, ya que muchas veces huía ante muchas chicas, porque no quería darme cuenta de que ellas no son de otro mundo, son seres humanos que buscan a otros seres humanos para relacionarse con ellos en todos los sentidos.

Pero al ver que sonreía de forma algo burlona, me dio un fuerte empujón, que me agarro descuidado, haciéndome doblar y perder un poco el equilibrio, ya que si no han olvidado, Mina es del tamaño de una niña de diez a doce años, por lo que no pude resistirme y me rompí con una fuerte carcajada, a lo que ella me gritó.

--¡no te burles de mí, que esto es muy serio!

Por lo que me callé al ver su seriedad y que le salían pequeñas lágrimas, entonces, sin ningún pudor, le pregunté.

-a… ¿entonces estoy ante una mujer, que ya perdió la virginidad, por lo que sabe perfectamente lo que es el amor? -a lo que ella bien decidida, me contestó.

--¡si! -pero su actitud seria, cayó ante la duda, por la respuesta que me dio sin pensar, pero yo no le di importancia a lo que me senté cruzándome de piernas y le dije.

-entonces, no negarás que el amor, es la palabra mágica que usamos los machos, para hacer que las hembras se abran de piernas para el apareamiento.

--¡NOOOO! ¡Definitivamente eso no es! -me contestó muy enérgica, por lo que muy sorprendido le pregunté.

-¿que… me estás diciendo que tu macho, no uso esa palabra para acostarse contigo?

--no, este, bueno. -de nuevo comenzó a dudar, a lo que yo la empecé a interrogar diciendo.

-no me digas, ¿él te hizo suya a la fuerza? -y me respondió rápidamente.

..¡claro que no…! bueno, este yo… -y se mantuvo en silencio un rato, por lo que no dije nada, mientras observaba cómo no dejaba de mirar el suelo y de cómo cambiaba de colores su rostro a tonos muy rojos, a la vez que se abrazaba a sí misma, mientras se mordía suavemente los labios, por lo que todo eso es un claro indicio, de que está recordando todo lo que hizo con su macho, y me dio gracia, ya que siempre quieren adornar sus bajas pasiones, con conceptos profundos y románticos, pero la realidad es de que quieren sexo tanto como nosotros, por lo que continué diciendo.

-ya no lo niegues, y acepta el hecho de que tengo razón. -por lo que me contestó inmediatamente.

--¡no, no la tienes!

-entonces, serías tan amable de explicarme ¿qué significa? -insistí.

--el amor es, un sentimiento bonito.

-¡un sentimiento! ¿e? mmm… ¡a…! te refieres a cuando uno siente que tiene hambre, se le quita cuando come o cuando sientes ganas de cagar, se te quita cuando defecas, ese tipo de sentimiento. –pero me grito.

--¡NOOO! ¡El amor no es eso! el amor es, es. -a lo que interrumpo agregando.

-es cuando tu corazón late fuertemente al verlo.

--¡si!

-como también sientes que tus manos y rodillas comienzan a temblar.

--¡si, si!

-y tu estómago empieza a revolverse, como si tuvieras mariposas revoloteando.

--¡si, si, si!

-por lo que todo tu cuerpo se queda rígido y no sabes qué hacer.

--¡si, si, si, si!

-pues siento decirte, que estos síntomas descritos no es amor, ya que lo que estás sintiendo es simplemente miedo.

--¿qui, que dices?

-que lo que tu confundes con el amor, en realidad se trata de miedo, miedo al rechazo del ser al cual idólatras, es por eso que esas emociones que sientes con esa persona no las vuelves a sentir con otras, porque ya superaste ese miedo del primer contacto con el otro sexo opuesto.

--¿es que, esto, eso no es, mmm…?

-es por eso que crees que estás empezando a enamorarte de mí, por lo que caíste fácilmente ante la palabra amor, ya que estamos en contacto constantemente con la muerte, por lo que todos estos sentimientos que crees tú tener conmigo, es porque hasta ahora nadie nos ha derrotado.

--mmm…

Mina se quedó por un buen rato callada y tranquila, cosa que me sorprendió mucho, ya que la mayoría de mujeres muy difícilmente quieren escuchar razones, por lo que se cierran en una idea ilógica y si no pueden defenderla, optan por huir o hacen fuertes berrinches, claro que no todas las mujeres son iguales, ya que son respaldadas con una buena educación, la cual no está basada en fantasías de cuentos con finales felices, como es el caso de Mina, que es de una familia de guerreros. Entonces rompí el silencio diciéndole.

-no estoy diciendo que el amor no existe, ya que es el camino difícil de la vida, ya que es fácilmente confundida por la pasión o lujuria, por lo que si tu no quieres caer en esos malos caminos y quieres comprender ese grado de trascendencia, tienes que esforzarte mucho en fortalecer el cuerpo, la mente y el espíritu o corazón. Entonces Mina me Mira y me pregunta.

--entonces, tu sabes que es el amor. -a lo que respondí rápidamente.

-no, no lo sé, soy tan ignorante como tú en ese punto, pero sí sé que no es amor, por lo que no me distraigo por esas pequeñeces y sigo en la búsqueda del verdadero camino.

En eso, soy interrumpido por mis sentidos que me alertan de que algo se acerca hacia nuestra dirección, por lo que fijo mi vista para ver qué es lo que se aproxima a través del bosque, y de entre las ramas profundas de las lejanías, veo a una figura humana corpulenta de gran tamaño, que poco a poco comenzó a bajar la velocidad, y ante nuestra sorpresa, aparece una mujer alta y fuerte de piel roja que nos dice.

-por favor, me pueden dar algo de comer.


Epilogo

Cerca del tercer gran monolito, una elfa de cabello rojo fuego le dice a las elfas oscuras que se encuentran a su alrededor.

-en verdad que esto, no es lo que dejaría un orco, ya que en esta zona hemos encontrado, equipo de entrenamiento, herramientas de artesano y un gran horno de fundición, además se ha encontrado que este sujeto ahora está siendo acompañado por alguien, y por las heces encontradas, podría ser un kobold hembra.

Mientras las otras elfas oscuras, continuaban revisando la zona, pero una de ellas, que no dejaba de refunfuñar, miró hacia la dirección del elfo sanguinario, el cual, no deja de mirar hacia el bosque oscuro, por lo que le preguntó.

-¿acaso ese maldito orco, se metió en las profundidad del bosque oscuro?

-efectivamente, por lo que tenemos que apresurarnos, si queremos darle alcance. –contesto el elfo

-¡si! pero para ello, ustedes tienen que regresar e informar a su anciano jefe, y mi hermano y yo somos los únicos con la capacidad de explorar esa zona. -dijo la elfa pelirroja.

-espera, yo iré con ustedes. -contestó la elfa.

-estás loca, sabes perfectamente que el bosque oscuro no es una zona de recreo, por lo que si entras con nosotros, no podremos garantizar tu seguridad.

-no te preocupes, de entre mis hermanas aquí presentes, yo soy la más experimentada, por lo que no necesitas cuidar de mí.

La elfa sanguinaria miró a su hermano, el cual se encogió de hombros, por lo que ella se giró para ver a la elfa y le dijo.

-muy bien, movámonos entonces.

Por lo que se giró y conjunto a su hermano, caminaron en dirección al bosque oscuro, a lo que la elfa se giró hacia sus hermanas y les dijo.

-vayan e informen al jefe, ya las veré luego.

Y junto a los dos elfos sanguinarios se perdieron en el bosque oscuro.